EFEMÉRIDES: EJECUCIÓN DE LOS PRECURSORES NICOLÁS ALCÁZAR, CASIMIRO ESPEJO Y JOSÉ GÓMEZ EN LIMA.

Con motivo de cumplirse el 203° aniversario de la ejecución de los precursores Nicolás Alcázar, Casimiro Espejo y José Gómez en Lima; compartimos con nuestros asociados y público en general, la entrevista realizada al Coronel EP Enrique Gargurevich por la revista Caretas con motivo de la efemérides a dicho momento histórico.

Breve semblanza del autor

El Coronel de Caballería EP Enrique Gargurevich Godoy, es Miembro de Número del Centro de Estudios Histórico Militares del Perú y presidente del Instituto de Estudios Históricos del Ejército, en representación del Ejército del Perú es parte del Consejo Consultivo del Bicentenario que tendrá la responsabilidad de guiar las actividades conmemorativas por los 200 años de la independencia.

Bicentenario de un Golpe

En 1818 una conspiración de patriotas intentó tomar la Fortaleza del Real Felipe.

Para conocer más sobre la historia de la Fortaleza Real Felipe y sobre un hecho histórico importante para el proceso de la independencia que tuvo lugar ahí, nos reunimos con el coronel Enrique Gargurevich, presidente del Instituto de Estudios Históricos del Ejército.

La Fortaleza Real Felipe empieza a ser construida en 1747 por el virrey José Antonio Manso de Velasco con la idea de que sea la más importante de los dominios españoles en América. Se terminó en 1774 con el virrey Manuel de Amat y Junyent. La fortaleza ocupa  siete hectáreas y fue diseñada en forma de pentágono por el francés, Luis Godin y los españoles, Joseph Amich y Juan Francisco Rossa.

En la época de la independencia, la fortaleza fue un foco importante de la resistencia. Un hecho significativo para la independencia del Perú que tuvo lugar en la Fortaleza del Real Felipe fue la conspiración de 1818 en la que participaron José Gómez, tacneño que cumplía condena en la prisión de la fortaleza; Nicolás Alcázar, un médico y Casimiro Espejo, comerciante.

Las mazmorras eran tan estrechas que los prisioneros permanecían de pie

Según el coronel Enrique Gargurevich, los tres patriotas planeaban tomar la Fortaleza Real Felipe, considerada el bastión más importante del dominio español en América, y luego convencer a las tropas del regimiento real de Lima, peruanos que servían la causa del rey, a unirse a la causa libertadora.  

Además de ser un símbolo del dominio del virreinato, la fortaleza era conocida por su impenetrabilidad. En 1816 cuando el celebrado almirante argentino Guillermo Brown trató de bloquear el puerto del Callao y atacar la fortaleza, fue repelido por las tropas reales. Tal vez es por esto que los patriotas, en 1818, decidieron que fomentar una insurrección dentro de la fortaleza era la forma más segura de tomarla.

Hoyo para respirar. Limitado espacio para que corra algo de aire

Luego del asalto, Gómez, Alcázar y Espejo planeaban liberar la capital del virreinato y pedir apoyo a las fuerzas patriotas que estarían en las Provincias Unidas del Río de la Plata. Lamentablemente, esta conspiración fue delatada por otro sujeto recluido en la fortaleza, quien escuchó la conversación de Gómez con Alcázar. Los tres patriotas fueron arrestados el 21 de julio de 1818 y ejecutados el 2 de enero de 1819 frente al Palacio de Lima, según el historiador Aníbal Gálvez, quien dio a conocer esta conspiración en su obra El Real Felipe que fue publicada en las influyentes revistas limeñas de principios del siglo XX, Prisma y Variedades. En una carta escrita en junio del 1909, Ricardo Palma lo felicita por la publicación y por dar a conocer esta revolución “muy embrionariamente conocida”.

Diseñado en forma de pentágono, el Real Felipe ocupa siete hectáreas

Esta conspiración, junto con otros esfuerzos libertadores en 1819 y 1821, aún son como dijo Ricardo Palma, “embrionariamente conocidos”. Según el coronel Gargurevich, la conspiración de 1818 es importante, ya que demuestra que los patriotas peruanos no permanecieron impasibles ante el proceso de la independencia iniciado por Bolívar y San Martin, sino que fueron protagonistas de este proceso que culminó con la batalla de Ayacucho el 9 de diciembre de 1824.

Aunque la ejecución de los patriotas ocurrió en el centro de Lima, hicimos una recreación frente a una de las impenetrables paredes de piedra entre los baluartes del rey y la reina, donde según el coronel, eran llevadas a cabo las ejecuciones y los entierros dentro de la fortaleza.

Los túneles de piedra comunicaban los baluartes del rey y la reina.

Actualmente es un jardín el espacio donde yacen los restos de más de mil personas que murieron a lo largo de los siglos por enfermedades y batallas. O que fueron ejecutados. O que simplemente perecieron en las temibles mazmorras.

Aparte de este pasado tenebroso, el Real Felipe cuenta con el museo del ejército del Perú, donde se exhiben 3 mil años de historia de las fuerzas armadas, desde la época pre-inca hasta la actualidad.

Área de Prensa

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