LA DEFENSA DE LA SOBERANÍA NACIONAL
LAS OPERACIONES EN LA CORDILLERA DEL CÓNDOR CONTRA ECUADOR EN ENERO-FEBRERO DE 1981
El Perú posee una larga historia de enfrentamientos y conflictos fronterizos con sus países vecinos por territorios no delimitados, siendo Ecuador el principal país que hemos enfrentado en el último siglo, ya que, al no haber definido claramente nuestras fronteras, Ecuador siempre encontró el pretexto perfecto para invadir suelo peruano.
“En ese sentido, el Ejército del Perú, en conjunto con las Fuerzas Armadas, siempre han estado prestos a resolver problemas que los políticos y diplomáticos no solucionaron”. (Mercado, 1981).
En 1981, Ecuador volvía a protagonizar un problema limítrofe con el Perú, esta vez el escenario sería la majestuosa e inhóspita selva de la Cordillera del Cóndor.
Algunos políticos, militares, académicos e investigadores “han llamado a este acontecimiento Conflicto del Falso Paquisha por la falsa denominación del territorio ocupado por los ecuatorianos” (Belaunde, 1981), y otros como “Conflicto de la Cordillera del Cóndor” por la geografía donde se realizaron las operaciones militares (Hidalgo, 1984).
Estas operaciones se desarrollan desde el 21 de enero al 20 de febrero de 1981 “dividida en dos fases operativas: la primera fase del 22 de enero al 1 de febrero de 1981 y la segunda entre el 19 y 20 de febrero de 1981”. (CPHE, 2005).
El 22 de enero de 1981, el gobierno peruano denunció el ataque a una de sus aeronaves cuando se encontraba realizando una misión de abastecimiento en sus fronteras cerca a puestos de vigilancia en el río Comaina.
Durante el vuelo se observó que tropas ecuatorianas habían tomado posición en territorio peruano, luego de la inspección correspondiente se comprobó de la existencia de tres destacamentos militares ecuatorianos con sus respectivas instalaciones en territorio peruano.
“La posición ecuatoriana correspondía a la base Paquisha, que según sus declaraciones estaba dentro del territorio ecuatoriano, ellos utilizaron la doble toponimia como pretexto para ocupar territorios peruanos, tal como lo manifiesta el presidente Belaúnde, describiéndolo como Falso Paquisha. (Belaunde, 1981).
Ecuador instaló tres puestos militares en tres posiciones peruanas abandonadas, que le dieron acceso al sector del Alto Comaina, las cuales denominó el Machinaza, el Paquisha y el Mayaico. “Dichos puestos militares tenían iguales nombres de otros tres instalados en su territorio utilizando la estrategia de la doble toponimia para confundir a la opinión internacional.
Ecuador imaginó que sería fácil denunciar una agresión del Perú desde su “territorio”. (Ministerio de Defensa, 2015).
Los enfrentamientos en el plano militar y político pusieron en evidencia la estrategia que utilizaba el Ecuador para confundir a la comunidad internacional y poco a poco legitimar su intromisión en territorio peruano, se construyeron diferentes campamentos militares ecuatorianos con nombre de poblaciones de su país en territorio peruano.
Ronald Jhon (1999), en su libro La política exterior del Perú señala que “Ecuador construyó un discurso histórico donde presentaba al Perú como vecino agresor y que a partir de ese discurso se desarrolló una visión nacionalista de su pasado colonial y republicano, lo que trajo como consecuencia que Perú también responda con un discurso histórico de desconfianza permanente”.
Durante este conflicto se daría la primera operación helitransportada de América del Sur, hecho que debemos resaltar en el campo militar donde las fuerzas peruanas pondrían a prueba su capacidad para operar y combatir en territorios de selva inhóspita.
“Las operaciones helitransportadas (transporte y apoyo a las fuerzas terrestres en los combates librados en el teatro de operaciones), fueron pieza fundamental del éxito y la victoria en este conflicto ya que ayudaron a desarrollar múltiples acciones de armas para la recuperación y expulsión de los invasores en todos los puestos de vigilancia tomados por el enemigo.
Una de las terribles consecuencias de este lamentable conflicto fue la pérdida de la vida del copiloto teniente del Ejército del Perú, Julio Ponce Antúnez de Mayolo, cuando en una de estas operaciones, el 20 de febrero, su helicóptero del Ejército EP-576 fue alcanzado por disparos del enemigo.
[…] el valor del soldado peruano se impuso una vez más […] el helicóptero jugó un papel trascendental y predominante en las operaciones junto a los pilotos y su tripulación que demostraron altísima preparación y un alto grado de moral combativa […]”. (Basadre, 2005).
LA PRIMERA FASE DE LAS OPERACIONES: 22 DE ENERO AL 1 DE FEBRERO DE 1981
“La primera fase en este conflicto se inicia con la autorización del Comandante General del Teatro de Operaciones del Nororiente -TONO y posteriores acciones militares que se dieron en los días sucesivos”. (Hidalgo, 1984).
El 21 enero de 1981 dan la orden de usar los helicópteros empleados para el abastecimiento y reconocimiento de los sectores de responsabilidad en la Quinta Región Militar – QRM.
Tras el reconocimiento aéreo de los puestos de vigilancia se logra constatar la invasión del territorio nacional por parte de tropas ecuatorianas, en ese momento se pone en ejecución el plan para expulsar a los invasores.
La instalación de la base logística en Ciro Alegría para el abastecimiento en Comaina, Jiménez Banda y Chávez Valdivia termina el 27 de enero de 1981, con lo cual las operaciones de desalojo se iniciarían al mando de los coroneles Salomón Delgado Málaga y Raúl Basadre Sáenz con personal del Batallón de Infantería de Selva (BIS) N° 25. (CPHE, 2001).
Personal de oficiales que participaron en acciones militares del conflicto de la Cordillera del Cóndor en 1981. Caretas.
General de División EP Rafael Hoyos Rubio, Comandante General del Ejército, participando del planeamiento de las operaciones la cual fue de vital importancia para el éxito de la operación. Caretas.
Abrazo entre los comandantes vencedores del conflicto de la Cordillera del Cóndor, en imagen los generales Rafael Hoyos Rubio y Jorge Montesinos Mendoza. IEHEP
El libro XXV Aniversario de las operaciones militares en la Cordillera del Cóndor de la Comisión Permanente de Historia del Ejército (2005) menciona, “que el 30 de enero fueron transportados a cumplir con la misión asignada en Comaina, el general de brigada y jefe de estado mayor de la Quinta Región Militar-QRM, Jorge Montesinos Mendoza, quien organizó el Destacamento Cóndor y procedió de inmediato a preparar el asalto helitransportado dispuesto por el comando del teatro”.
LA CONQUISTA DEL PV 22 O FALSO PAQUISHA (30 DE ENERO DE 1981)
El 30 de enero de 1981 se iniciaría la famosa primera operación helitransportada con caída vertical en Sudamérica con la conquista del puesto de vigilancia (PV) 22.
“El plan de operaciones contemplaba un ablandamiento de la posición enemiga con 2 helicópteros artillados con cohetes, mientras otros dos transportaban 65 hombres hasta la playa ubicada a 1000 metros al sur del PV22, lanzando luego un ataque terrestre desde posiciones cercanas que la tropa debía ocupar por infiltración. (CPHE,2005).
Aquí, las fuerzas operativas tuvieron cobertura aérea de aviones Mirage de la Fuerza Aérea del Perú, sumados al coraje y garra del soldado peruano trajo como resultado el éxito de la misión.
Los informes oficiales detallan que la operación se inició a las 13:45 horas, cuando los helicópteros que debían ejecutar el ablandamiento partieron hacia el objetivo; luego que las patrullas 1 y 2 se lanzaron al asalto; en una segunda ola fue lanzada la patrulla 3, la que llegó al objetivo a las 13:26 horas; a las 13:35 horas se alteró el clima, lo que demoró la entrada en acción de las patrullas 4 y 5, que cayeron sobre el objetivo a las 14:30 horas. (Informe, general de brigada Jorge Montesinos Mendoza,1981).
El éxito de la conquista del PV 22 o falso Paquisha obedeció a un plan detallado de operaciones que incluía el empleo de helicópteros de observación, ataque y transporte, “donde el primer escalón de asalto lo conforman las patrullas de combate y grupos de protección antiaérea, comunicaciones, sanidad y abastecimientos, el segundo escalón apoyaría con mayores medios necesarios para la conquista del objetivo”. (CPHE, 2005).
El objetivo quedó consolidado a las 17:00 horas; ese mismo día la patrulla 1 comandada por el capitán EP Marco Yáñez Rubio izó el Pabellón Nacional a las 13:25 horas; esa bandera sería llevada a Lima por el presidente Belaúnde al día siguiente.
El Comandante del Grupo Aéreo No 3 Coronel FAP Mario Muñiz Ortega en Paquisha después de izar la Bandera Peruana (Miembro de Número y Primer Vicepresidente del Centro de Estudios Histórico Militares del Perú en la actualidad).
Como consecuencia de la operación, resultaron heridos el SO2 Tomás Manco Gutiérrez, los sargentos 2° Juan Luis Cachique Chumbe, Américo Guevara Guerra y el cabo Jonan Chistama Bartra.
En el objetivo, los peruanos encontraron los cadáveres de dos soldados ecuatorianos, los que fueron enterrados con honores militares. (CPHE, 2005, p. 56).
En su huida, los soldados ecuatorianos abandonaron gran cantidad de armas y municiones, incluso 12 cohetes antitanques M72A2, tal como lo evidencia el presidente Belaunde en sus declaraciones a medios de prensa nacionales e internacionales, por suerte el material capturado no fue usado contra los helicópteros peruanos.
Este mismo día a horas 17:15 horas se realizó un reconocimiento por el fuego sobre el PV 3 notándose un pequeño fuego de fusilería enemiga.
LA RECUPERACIÓN DEL PV 3 (31 DE ENERO DE 1981)
El asalto al PV3 debía realizarse el mismo 30 de enero, pero faltaba combustible y municiones, que se repusieron al atardecer, por lo que la operación fue postergada para el día siguiente.
A las 17:30 horas, un helicóptero piloteado por el mayor Roberto Arias Córdova efectuó un vuelo de reconocimiento sobre el PV3, llevando a algunos oficiales del Estado Mayor del destacamento.
Este aparato recibió fuego desde las partes altas que dominaban dicho PV. Con la información obtenida sobre el terreno durante este vuelo, se planeó la operación.
Se ejecutaría el mismo plan que en el anterior objetivo, con una variante impuesta por el terreno: la ruta de aproximación era muy estrecha, por lo que los helicópteros debían acercarse uno a uno; mientras cada uno de ellos desembarcaba a la tropa, los otros sobrevolarían prestando apoyo; se iba a solicitar sombrilla aérea. (CPHE, 2001).
Las acciones empezarían muy temprano con el desplazamiento de la primera patrulla. Inicialmente se ejecutó el bombardeo de ablandamiento donde los 3 helicópteros MI-8 desataron su avance, ese día por la mañana llegaría la primera patrulla, que desembarcó sobre el helipuerto para el empleo táctico de la operación, al sur del objetivo a las 08:15 horas; después en la tarde llegó la segunda patrulla (18:00 horas), y a las 18:30 horas, la tercera. (Hidalgo, 1984).
El presidente Fernando Belaunde Terry inspecciona el material capturado de las tropas ecuatorianas. Caretas
Con estas tres patrullas se inició el ataque al objetivo; mientras progresaban recibieron disparos desde la elevación ubicada al este del PV, los que cesaron cuando los peruanos hicieron fuego con lanzacohetes RPG-7B.
Los ecuatorianos no defendieron esta posición. Después de 10 min a las 18:40 horas desembarcó la última patrulla que consolido la misión a las 18:50 horas.
“[…] Fue la conquista de PV3 la primera operación realizada por oficiales comandos designados voluntariamente a cumplir su labor de defender la patria […]” (Robles del Castillo, 2005).
El 31 de enero, llegó a Falso Paquisha el Presidente Fernando Belaúnde, con los ministros de Guerra, General Jorge Muñiz Luna, y de Aeronáutica, General José Gagliardi Schiaffino, el Comandante General del Ejército, Hoyos Rubio, y otros personajes del Gobierno, en dos HELICÓPTEROS Bell212 escoltados por dos HELICÓPTEROS Mi8 y los aviones MIRAGE.
Presidente Fernando Belaunde Terry, Coronel Muñiz, Edecán Comandante FAP Granthon, Mayor FAP Domínguez y Teniente FAP Carlos Samam
LA CONQUISTA DEL PV 4 NUEVO O FALSO MAYAICO (01 DE FEBRERO DE 1981)
Después de realizar la conquista del PV 22 y PV 3, el 31 de enero el general Jorge Montesinos comisionó al teniente coronel Julio Brun Delgado para organizar los equipos que asaltarían el PV 4 Nuevo.
El 1 de febrero se inició el planeamiento para la conquista de dicho PV; “tenía que seguirse el mismo plan y la misma estrategia de las anteriores operaciones, pero esta vez sin apoyo aéreo ofensivo de la FAP”. (Hidalgo, 1984).
A las 14:05 horas se obtuvo sombrilla aérea a cargo de 2 Mirage, y bajo esta protección, se ejecutó el ablandamiento de la posición enemiga con los helicópteros. Como no se disponía de fotografías aéreas del objetivo, los jefes de patrulla que intervendrían en la acción aprovecharon del ablandamiento para reconocer sus respectivos objetivos. (CPHE, 2005).
Más tarde se reanudaron las operaciones ya que inicialmente el área se cubrió de nubosidad, por lo que se prolongó la operación.
Como lo mencionan los partes oficiales, por la tarde se lanzó nuevamente un asalto helitransportado y conforme se había planeado las patrullas desembarcaron y tomaron posición para el ataque cerca de una pendiente iniciando las actividades de operación, “[…] aquí tuvimos un soldado herido de nombre Víctor Tuanama Canayo, que fue evacuado rápidamente para ser atendido en la base central de Comaina”. (CPHE, 2001).
Las patrullas 1 y 4 tomaron por asalto la posición central con el apoyo de las demás patrullas; abrieron fuego mientras que las fuerzas enemigas se replegaban, los ecuatorianos confundidos corrían por todos lados, “se replegaban por nuestro avance, debilitando su defensa, tanto así que a las 18:10 horas ya habíamos tomado el control del puesto”. (Hidalgo, 1984).
El 02 de febrero, los ecuatorianos intentaron recuperar su posición y desembarcaron cerca en una zona denominada puerto intermedio, pero no tuvieron éxito.
Como parte de la operación debemos resaltar la participación de 28 valerosos jóvenes licenciados del BIS 25, “quienes habían retornado al servicio ante el llamado de la patria, su aporte fue fundamental ya que ellos conocían muy bien el funcionamiento de las instalaciones, su conocimiento del terreno fue fundamental para las operaciones”. (Hidalgo, 1984).
Una vez recuperado el control total del PV4 nuevo, el gobierno peruano consideró superado el problema fronterizo, lo cual no fue así, ya que después de un corto período de negociaciones diplomáticas las operaciones se reanudarían en una segunda fase de operaciones.
LA SEGUNDA FASE DE LAS OPERACIONES: 19 Y 20 DE FEBRERO DE 1981
Tras la recuperación de los PV 3 y PV 4, el gobierno peruano consideró superado el problema fronterizo, luego de ello empezaría la batalla diplomática encabezada por el ministro de Relaciones Exteriores con la intervención de los agregados militares de los países garantes, aceptada por ambos países.
Después de extender las acciones y no llegar a un acuerdo satisfactorio, el 18 de febrero de 1981 el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas “dio la orden para reiniciar las operaciones militares para eliminar las infiltraciones descubiertas en los vuelos realizados por los agregados militares sobre la Cordillera del Cóndor: Jiménez Banda 2 y del PV 4 (A) y PV 4 Antiguo”. (CPHE, 2005).
En consecuencia, el 19 de febrero se procede a la movilización del personal de las operaciones a cargo del general de división Eduardo Salhuana.
LA CONQUISTA DEL PV JIMÉNEZ BANDA (JB-2) O FALSO MACHINAZA (19 DE FEBRERO DE 1981)
El 19 de febrero de 1981 continuaría la campaña para recuperar el “PV Jiménez Banda 2” (Falso Machinaza), para la conquista del objetivo la avanzada de helicópteros de la Aviación del Ejército inicia una operación para recuperar dicha posición.
Se neutraliza al enemigo mediante el lanzamiento de cohetes hacia el objetivo ecuatoriano.
El planeamiento pondría a prueba nuevamente el asalto helitransportado en el PV Jiménez Banda 2, se había contemplado el uso de 6 helicópteros para transportar a la tropa y conseguir el objetivo, estaba basado en 2 escalones, el primero era para el primer asalto a cargo de las 6 primeras patrullas y el segundo con la reserva de las patrullas restantes, con un total de 8 patrullas.
Dos HELICOPTEROS gigantes MI-6 trasladaron desde Iquitos 800 kilómetros hasta Jiménez Banda 2 120 soldados con armamento (60 hombres cada uno ) los que fueron trasladados por los Helicópteros MI-8 para la recuperación de Falso MACHINASA ( JB-2).
Por un tema logístico no se consideraba apoyo aéreo de la FAP en la primera fase, de modo que los mismos helicópteros de la primera ola debían realizar el ablandamiento de la posición, es decir, iban a cumplir una doble misión. (Informe, capitán Luis Chavez Agusti, 1981).
“La operación se desarrolló el mismo 19 de febrero a partir de las 06:40 horas” (Hidalgo, 1984).
Cuando la patrulla sobrevoló el objetivo para ejecutar el ablandamiento, vio a 1.5 kilómetros delante del PV, una chacra de regular importancia en la que trabajaban algunos colonos que corrieron a esconderse en el monte; luego, a unos 500 metros delante del objetivo, una chacra de maíz, y en el objetivo, varios tambos.
“El helicóptero disparó sus rockets sobre el PV y recibió fuego de ametralladoras como respuesta al ataque; los siguientes helicópteros ejecutaron el ablandamiento, pero ya no obtuvieron respuesta de los ecuatorianos, posiblemente porque estaban huyendo hacia la frontera”. (CPHE, 2001).
La primera patrulla, tomo la iniciativa del avance pues existía la posibilidad de recibir un ataque sorpresa durante el desembarco de la tropas ya que los ecuatorianos conocían la estrategia de ataque, en eso descendieron nuestras tropas cerca del río a unos 400 metros del PV en la posición central, desde ahí fuerzas peruanas se desplazaron a pie, “la patrulla 1 estaba bien preparada, al llegar a la zona de tambos con gran despliegue de fuegos y granadas de mano, pero la zona y sus alrededores estaba desierta, en un radio de un kilómetro no se encontró nada”. (CPHE, 2005).
Las tropas siguieron avanzando, en las primeras horas de la mañana, alrededor de la 07:00 horas, llegó el escalón de reserva, para tomar posición en actitud defensiva, ante la posibilidad de un ataque.
Vencimos rápidamente pues como en otras oportunidades los invasores habían salido huyendo dejando atrás todo. A las 10:00 horas los peruanos habían tomado posición de victoria y conquistado el objetivo, se procedió a hacer un recorrido del terreno en todas las direcciones, sin encontrar a los ecuatorianos.
Bandera ecuatoriana capturada en 1981 por unidades de combate peruanas quienes realizaron la primera operación helitransportada de América de Sur. OIE.
Por la tarde, cerca de las 14:00 horas, llegó a JB 2 el general de división Eduardo Salhuana Mackee, Comandante General del Teatro de Operaciones del Nororiente (TONO), y mientras permanecía en ese lugar, los ecuatorianos lanzaron un débil contraataque, el que fue rechazado sin consecuencias.
Los peruanos encontraron indicios de que esta posición había sido ocupada por 60 soldados de las fuerzas especiales ecuatorianas, ya que el equipo hallado era típico de esta tropa de élite. A pesar de ello, JB 2 tampoco fue defendido como era de esperarse. (CPHE, 2005).
LA CONQUISTA DEL PV 4 (A) (20 DE FEBRERO DE 1981)
Para estas últimas acciones debía hacerse un planeamiento rápido y efectivo para consolidar el final de este conflicto. La cercanía del PV-4A al PV-4 Nuevo era muy importante para el asalto rápido de los puestos de vigilancia, las operaciones debían ser ejecutadas cuidadosamente, el ataque de operación terrestre debía ser el primer movimiento.
Luego el siguiente paso era la recuperación del PV-4 Antiguo donde sí se ejecutaría un asalto helitransportado. “Estas operaciones se darían el 19 (planeamiento) y 20 (ejecución) de febrero con las diferentes fuerzas peruanas que estaba extendidas en los diferentes PPVV”. (Hidalgo, 1984).
Para la conquista del PV-4A no se contaría con apoyo aéreo de la FAP por temas logísticos y condiciones meteorológicas adversas, de tal manera que se estableció una base de apoyo de fuegos utilizando una ametralladora calibre 50 a cargo del SO3 Roger Mesones, dándole la misión de garantizar el éxito de la operación desde el PV-4 Nuevo.
“La composición de las fuerzas estaba conformada por una patrulla, comandada por el capitán Luis Chávez Agusti e integrada por el teniente Carlos Arce Álvarez, el SO3 Jorge Meléndez y 30 clases y soldados”. (CPHE, 2010, p. 356).
Las condiciones estaban listas para que el 20 de febrero se inicie la operación mediante un acercamiento inicial que tomaría unas horas por la mañana hasta aproximarse al objetivo, donde nuestras tropas tomaran posición de ataque. “Las fuerzas peruanas avanzaron con el apoyo de los helicópteros que regresaban del PV-4 Antiguo, entonces atacaron las posiciones enemigas, facilitando la progresión de la patrulla Chávez, y nuevamente hicieron replegarse a los soldados ecuatorianos”. (Hidalgo, 1984).
Las tropas peruanas ingresaron al PV tomándolo, luego de izar la bandera peruana mientras que el enemigo huía por el monte. Una vez consolidada la posición se procedió a una revisión de lo capturado encontrándose material bélico y armamento de guerra, entre ellas una ametralladora MAG calibre 7.62 mm, bolsas de dormir (18), mochilas de oficiales (6), algunos puñales de comandos, granadas de mano y de morteros, algunos cohetes y alimentos de campaña, etc.
Se sabe que la tropa ecuatoriana tomó enlace con unidades de su territorio el día 24. (CPHE, 2005).
LA RECUPERACIÓN DE PV 4-B ANTIGUO (20 DE FEBRERO DE 1981)
“El mismo 20 de febrero se produjo el ablandamiento de este puesto de vigilancia” (Hidalgo, 1984). Durante la operación algunos ataques alcanzaron a los helicópteros sobre el helipuerto, poniendo en alerta a todo el personal militar peruano.
La conquista más difícil y heroica fue la del PV-4-B Antiguo, los ecuatorianos empezaron acciones sorpresivas con ataques antiaéreos donde las fuerzas peruanas respondieron firmemente para consolidar el final de este conflicto.
El asalto empieza a las 10:00 horas con un ablandamiento de 15 minutos. Inicialmente el helicóptero Mi-8T piloteado por el mayor EP Rubén Polanco Pacheco, que portaba tropas de asalto (18 hombres entre tripulantes, oficiales y personal de suboficiales y de tropa), recibió el primer ataque antiaéreo ecuatoriano que impactó en una de las hélices. (CPHE, 2005).
En esta acción murió el teniente EP Julio Ponce Antúnez de Mayolo, copiloto del helicóptero y el mayor Rubén Polanco quedó gravemente herido. Hidalgo (1984) señala que “detrás llegaba el capitán José Graham quien llevó a la tropa para desembarcar en tierra.
El ataque era constante y hostigador ya que los disparos no se detenían, el capitán Graham tuvo que salir de esa incómoda posición; al bajar del helicóptero a 11 hombres, al mando del teniente Wilson González Ramírez, este emprendió el avance” (p.70).
El ataque hizo que el jefe de la patrulla recibiera un impacto de bala en la cadera, pese al daño recibido, la tropa siguió con el plan y defendiendo la posición hicieron retroceder al enemigo garantizando el éxito de la misión encomendada.
Esta fue una difícil situación ya que los pilotos continuaron sobrevolando el objetivo alertando al enemigo, no pudiendo desembarcar más tropa a pesar de que la posición había sido tomada por las fuerzas peruanas; debido a las condiciones de enfrentamiento no pudieron descender en vista del fuego cruzado, después de unas horas regresaron a la base de Chávez Valdivia.
Los pilotos, entre ellos el capitán Graham, cuentan en una entrevista que lograron ver como los tripulantes del helicóptero caído salían de él y ocupaban posiciones defensivas rápidamente.
Al llegar a la base de Chávez Valdivia se dio cuenta de los acontecimientos y “el general Salhuana ordenó reforzar el ataque y que se organizara una salida al PV para apoyar a la patrulla del teniente González que se encontraba en posición defensiva, y evacuar al personal del helicóptero caído” (Hidalgo, 1984).
Por la tarde se inició una nueva operación, con tres helicópteros del Ejército y dos Bell Twin de la FAP, todos al mando del capitán Graham, quien ya sabía de las ubicaciones exactas donde se encontraba el personal peruano.
Los informes oficiales que dieron cuenta de este triunfo manifiestan que cuando las patrullas llegaron el PV-4 Antiguo constataron que el teniente González y sus 11 hombres habían logrado el éxito de la operación, siendo el jefe de patrulla evacuado rápidamente. Se rescató, entonces, al personal del helicóptero 576.
EL FIN DE LAS HOSTILIDADES (21-22 DE FEBRERO DE 1981)
El 21 de febrero de 1981, la Aviación del Ejército del Perú destruyó las últimas instalaciones militares ecuatorianas que aún permanecían en territorio peruano, se empezó a transportar todo el material incautado del enemigo como prueba de la victoria.
El 22 de febrero, el Consejo de Defensa Nacional acordó que el Ministerio de Relaciones Exteriores comunique a los países garantes que las conversaciones con el Ecuador se iniciarían cuando aseguren que las fuerzas ecuatorianas hayan abandonado territorio peruano.
En base a la información revisada podemos señalar que todas las acciones realizadas durante este conflicto fueron rápidas, dichas acciones garantizaron la efectividad del éxito y llevaron a cumplir los objetivos planteados, esto con un número reducido de bajas por parte de las fuerzas operativas peruanas, las operaciones se caracterizaron por tener la siguiente modalidad o estrategia de ataque: envolvimiento
vertical con helicópteros artillados y armados de cohetes, que facilitaron un rápido despliegue en terreno adverso contando además con el empleo de personal altamente preparado y con experiencia de combate, la infantería aerotransportada contaba con una alta preparación física y mental y una moral elevada que fue fundamental durante todas las acciones realizadas ya que supieron neutralizar a las fuerzas enemigas en el correcto empleo táctico que facilitó la conquista de todos los puestos de vigilancia.
Al estallar el conflicto, la decisión política privó a las Fuerzas Armadas peruanas de la oportunidad de consolidar una conquista en la frontera norte luego de la expulsión de las tropas ecuatorianas, en consecuencia, se realizó el correcto empleo de nuestras fuerzas para desalojar la invasión ecuatoriana de los puestos de vigilancia.
El Perú podía continuar con las operaciones e invadir el país del norte, pero no hizo más que defender su soberanía.
El gobierno ecuatoriano se mostró indiferente a algún tipo de negociación, por el contrario, siempre manejó un discurso opuesto y nacionalista, encabezado por el presidente Jaime Roldós Aguilera, quien desprestigiaba al Perú acusándolo de país invasor frente a la opinión pública internacional, expresando abiertamente su posición ante la prensa nacional e internacional.
La estrategia de la campaña de 1981 cumplió con precisión y eficiencia los objetivos planteados, y tuvo una proyección y generó experiencia de combate, creó doctrina de guerra.
La victoria aseguró la integridad del territorio frente a los invasores, tanto así que las acciones se ejecutaron con el correcto empleo de las fuerzas, sin embargo, la efectividad militar se redujo solo a mantener el mismo orden y no tuvo un alcance efectivo para poner fin al problema limítrofe.
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